Siempre nos agrada recibir un encargo editorial en LALL. Nos motiva y nos mueve nuestros sentidos volver al tablero de dibujo y razonar en papel para no perdernos en lo digital. La revista no muere y no lo hará mientras la diseñemos y haya quien quiera leer una buena entrevista, un buen momento y una evasión de todo lo anterior.